Posted by: David y Andrés


El ascensorista

Se presentan dos personajes, uno más alto que otro, pero cualquiera pensaría que una ilusión óptica me engaña. Tanto el primer personaje como el segundo se visten de formalidad; del primero puedo decir que es el que más sobresale en la foto, primero por el color rojo que enmarca su uniforme y segundo por su altura; el segundo personaje parece ser un fantasma, un pobre viejo que es apenas capaz de reír, y aun así, su risa es tímida, como si el primer personaje, que ya lo tiene cogido del brazo fuera a matarle. Mientras el primer personaje pareciera trabajar en un hotel, el segundo personaje parece otro trabajador informal del país u otro ladrón disfrazado de político. El ambiente en que se desarrolla lo descrito anteriormente, es un ascensor, y considerando lo anterior y lo que no se dice, el primer personaje es un ascensorista.

Pensándolo bien, los dos tienen risas tímidas, solo que sus preocupaciones parecen ser de distinta naturaleza; yo veo dos colombianos a los que le subieron los servicios, el bus, la gasolina y el colegio de los niños y que como todo colombiano enfrentan la vida como viene. El viejo mas chiquito parece cargar una maleta en la que puede llevar sentencias laborales o familiares directo a la firma de un notario, o llevar millones de dólares que encontró en alguna habitación del hotel al que no le debe nada o lleva descuartizada a su compañera después de haber tenido una pelea en alguna habitación.

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